La sedación es un estado de relajación. Es como estar dormido, relajado, pero en este caso inducido en un paciente mediante la administración de medicamentos. Se utiliza comúnmente en procedimientos médicos y odontológicos para reducir la ansiedad, el miedo y el malestar del paciente.
Muchos no lo conocemos, pero tiene una serie de beneficios.
El primero es el más claro. Es la reducción de la ansiedad y el miedo. En este caso, la sedación ayuda a que el paciente se sienta más relajado y cómodo durante un procedimiento, lo que puede reducir la ansiedad y el miedo asociados con el tratamiento. En mi caso me ha venido muy bien porque yo tenía miedo a ir al dentista y esto me vino muy bien.
Pero también se ha demostrado que todo esto mejora de la colaboración del paciente. Al reducir la ansiedad y el miedo, la sedación puede hacer que el paciente esté más dispuesto a colaborar durante el procedimiento, lo que facilita la tarea del profesional médico. Así que si eres de esos que tenían miedo a ir al dentista, ya puedes estar tranquilo.
También vas a notar un mayor confort y bienestar. Y es que nuestro protagonista de hoy puede ayudar a minimizar el malestar físico y emocional que puede experimentar un paciente durante un procedimiento, mejorando así su confort y bienestar. También facilita la realización de procedimientos largos o complejos: En procedimientos largos o complejos, la sedación puede ayudar a que el paciente esté más relajado y cómodo durante todo el proceso, lo que facilita la realización del tratamiento.
Pero ante todo, lo que más me produce es una sensación de seguridad. Y es que la sedación puede ayudarte a controlar la respuesta del paciente ante el dolor y el estrés, reduciendo así el riesgo de complicaciones durante el procedimiento.
Este es un proceso que hoy he conocido cuando he ido al dentista. A diferencia de la anestesia general que todos conocemos cuando hemos ido al dentista, la sedación consciente permite que el paciente se calme y se relaje, permaneciendo despierto durante todo el procedimiento. La verdad es que cuando me senté en la silla de Clínicas Mileme, sabía que me ponía en manos de profesionales.
No obstante, en esta clínica dental siguen aplicando anestesia local en todos los tratamientos que lo requieran, ya que ambas técnicas son complementarias. La sedación tranquiliza al paciente y la anestesia local, por su parte, evita que sienta dolor.
Cómo es
Si estás interesado, si quieres te cuento cómo fue mi caso. Cuando un paciente muestra interés en la sedación consciente, se realiza un cuestionario previo de salud, evaluado por un médico anestesiólogo, para determinar si es apto o no lo es. En este estudio se tienen en cuenta, por ejemplo, la medicación habitual y los informes médicos previos.
Como después de esta revisión, yo no presentaba contraindicaciones, pues pudimos iniciar la planificación del tratamiento. Por otra parte, es necesario un consentimiento firmado para la sedación, así como que el paciente permanezca en ayunas 6 horas antes de iniciar el tratamiento. Pero ya os digo que no es nada.
Como os decía antes, la sedación consciente puede ser aplicada en cualquier tratamiento odontológico que genere nerviosismo y ansiedad al paciente. Por ello, está recomendada en procedimientos de extracción de las muelas del juicio, cirugía oral, rehabilitación oral con implantes dentales y endodoncia.
Efectos secundarios
Mucha gente me preguntaba que si después de este tratamiento no sentía nada. Pues no, ya que los tratamientos con implantes dentales, la extracción de los cordales, algunos procedimientos de Periodoncia y la cirugía oral se realiza bajo anestesia local. La sedación consciente, además, me proporciona una sensación de bienestar y relajación.
Y no, tampoco tengo efectos secundarios. La aplicación de la sedación intravenosa se realiza por parte de un experto y, además, es, en todo momento, monitorizada por este. Eso sí, después de la intervención, como me ocurrió en mi caso, necesitas unas horas para recuperarte de forma completa. Por ello, es aconsejable que vuelva acompañado a su domicilio. En mi caso, como suele ocurrir siempre, fue mi querida esposa. Ella es la que siempre ha aguantado toda mi vida el miedo que tenía a ir al dentista, y ahora que ya no lo tengo, pues oye, quiero que sea la primera en disfrutarlo.
En resumen, y como te he demostrado contándote mi historia personal, la sedación te va a ofrecer una serie de beneficios facilitando la realización de procedimientos médicos y odontológicos de manera más segura y cómoda. ¿Te apuntas?