Disponer de agua de calidad en casa para beber o cocinar es indispensable para cuidarnos. La tecnología nos puede ayudar a conseguirlo. La inversión en la adquisición de los equipos la logramos amortizar con el tiempo, pero, sobre todo, es que nuestra salud nos lo agradecerá.
Las páginas de tecnología versan, en la mayoría de las ocasiones, sobre electrónica e informática. Desde nuestro blog nos esforzamos por dar una visión más amplia. Después de todo, la tecnología es la aplicación práctica de la ciencia. Hay muchos adelantos tecnológicos que inciden en nuestra vida diaria. Que nos ayudan a alcanzar una calidad de vida mejor. Uno de ellos, por simple que parezca, es el tratamiento del agua para consumo humano. En este campo se han dado avances significativos en las últimas décadas.
En España, el 100% del agua de los grifos es potable. Esto no significa que sea recomendable para el consumo humano. Abusar de esta agua nos puede provocar enfermedades de distinto tipo.
De una manera intuitiva, la gente tendemos a sustituir el agua del grifo por agua embotellada. Al menos para beber. Lo hacemos porque el agua nos sabe mal. Nos sabe raro. ¿Es conveniente beber solo agua mineral en botella? Hay científicos que opinan que no.
Como vemos, el tratamiento del agua es un tema complejo. No podemos limitarnos a citar algunos tipos de filtros y nada más. Debemos bucear, nunca mejor dicho, en el asunto. Puesto que de lo que estamos hablando es de un tema vital.
El 60% del peso corporal de una persona adulta está compuesto por agua. Cada persona debe beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día para mantenerse sano. Beber es una de las acciones básicas que necesitamos para vivir. Si no bebemos, nos morimos. Ahora bien, igual que necesitamos beber agua, es fundamental que el agua sea de calidad.
Problemas para la salud de beber agua del grifo.
El agua que sale del grifo, aunque previamente ha pasado por una depuradora, puede contener altas cantidades de cloro, que a la vez que desinfectan el agua eliminando bacterias, también es un mineral tóxico para el cuerpo humano.
Esta agua potable puede contener una alta proporción de metales pesados, que en pequeñas cantidades pasan desapercibidos para el cuerpo, pero que al no ser eliminados, nos pueden provocar problemas de salud. Estos son algunos trastornos que nos puede provocar la ingesta habitual de agua del grifo:
- Trastornos gastrointestinales. Con frecuencia, el agua del grifo contiene una alta cantidad de bacterias E. coli. Bacterias causantes de colitis, diarreas, infecciones en el tracto urinario, que con una alta concentración en el cuerpo, pueden debilitar nuestro sistema inmunológico.
- Exceso de metales pesados. Tuberías antiguas, como las de plomo o cobre, vierten transferencias al agua una vez potabilizada, afectando a nuestro sistema nervioso y al hígado.
- Piedras en el riñón. Esta es una dolencia frecuente, provocada, sin darnos cuenta, del consumo del agua del grifo. El exceso de calcio y magnesio en aguas duras favorece la formación de piedras en el riñón.
- Alergia al cloro y otros desinfectantes. El cloro es tóxico, ya lo hemos señalado. No es bueno para nadie, pero hay personas que son especialmente sensibles a este elemento. Su ingestión les provoca irritaciones cutáneas y molestias respiratorias leves.
- Alteraciones hormonales. La presencia de pesticidas y otros productos químicos, no eliminados por completo en el proceso de potabilización, pueden provocar en las personas desajustes hormonales.
- Fluorosis dental y esquelética. Esta es una enfermedad provocada por el consumo excesivo de flúor. Una de sus consecuencias es un debilitamiento de los dientes y de los huesos. Algunas aguas contienen una alta proporción de flúor. Beber esta agua de manera ocasional no es dañino, pero hacerlo por costumbre afecta a nuestra salud.
- Deshidratación. Este es un efecto indirecto. Algunos nutricionistas señalan que el sabor raro del agua nos puede llevar a sustituirla por bebidas menos saludables, como la cerveza, que por su contenido de alcohol nos produce deshidratación.
Ciudades en las que no deberías beber agua del grifo.
A tenor de un estudio realizado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), el periódico El Confidencial recomienda que si estamos de paso o vivimos en Ciudad Real, Zaragoza o Palma de Mallorca no deberíamos beber agua del grifo.
Estas aguas están potabilizadas, pero a pesar de ello, contienen elementos que son nocivos para la salud.
En concreto, el agua de Palma de Mallorca es un agua excesivamente dura. Con una alta proporción de calcio y magnesio, lo que puede dar lugar a la formación de piedras en el riñón y otros problemas en el aparato urinario.
En el agua de Ciudad Real se ha detectado una alta proporción de trihalometanos. Un subproducto de la desinfección con cloro, que al entrar en contacto con restos disueltos de materia orgánica generan una reacción química. Para que nos hagamos una idea, un ejemplo de trihalometano es el cloroformo.
En las aguas de Zaragoza se han descubierto una alta cantidad de microorganismos aerobios y coliformes. Son bacterias nocivas que nos pueden provocar diarreas, vómitos y dolor abdominal.
En menor cantidad, estos microorganismos se han descubierto en el agua de Barcelona, Huelva y Logroño. Aunque no queda claro si el problema proviene de las características originarias del agua, como sucede en Zaragoza, por una desinfección insuficiente en la planta potabilizadora o por una contaminación del agua en algún punto de su recorrido.
¿Es bueno beber solo agua embotellada?
Cuando tenemos sospechas de que el agua del grifo no es de buena calidad, la reacción inmediata es comprar agua mineral embotellada en el supermercado. Hay personas que lo hacen por sistema. Estén donde estén, solo beben agua en botella.
En el pueblo de La Mancha en el que me crie, esta práctica siempre se ha entendido como “una idea del género tonto”. Así lo llamaban mis paisanos. Si tienes agua del grifo, pera que vas a ir corriendo a comprar agua al supermercado.
En ciertas circunstancias se puede entender. El agua del grifo nos sabe a hierro. Pero, ¿es conveniente beber solo agua embotellada?
El portal de información Infobae se hace eco de un estudio científico publicado en BMJ Global Health que afirma que el agua mineral embotellada es perjudicial para la salud humana y para el medioambiente.
La razón de esta afirmación se encuentra en que los envases transfieren partículas de microplásticos al líquido que contienen. Estas partículas son altamente cancerígenas. La transferencia es inmediata y acumulativa. Por sus propias características, el plástico contamina el agua. Cuanto más tiempo permanezca el agua embotellada, más partículas tendrá.
En el agua embotellada sucede lo mismo que con los riesgos de beber agua del grifo. Si la bebemos ocasionalmente, los daños son casi inapreciables, pero si la consumimos con frecuencia, estas partículas tóxicas, se van acumulando en el cuerpo.
A esto, desde luego, hay que añadir el efecto pernicioso sobre el planeta. La generación exponencial de residuos plásticos.
Para que el agua mineral fuera menos dañina habría que venderla embotellada en cristal, pero esto haría que su precio se disparara. Se vendería menos agua mineral y las empresas distribuidoras y embotelladoras perderían beneficios.
Tecnología para depurar el agua en casa.
Por lo que estamos viendo, la manera más responsable para consumir agua de calidad en casa es incorporar sistemas de filtrado al agua que proviene del grifo. Lo es para nuestra salud y para el planeta.
Yo mismo, que estoy preocupado por este asunto, adquirí de Agua Controlada, filtros de agua antical conectados al grifo del fregadero de la cocina. De ahí lleno el vaso, cada vez que quiero beber agua, así como las jarras y botellas que meto en el frigorífico.
Para lavar los platos, utilizo el agua sin filtrar, pero para beber o para cocinar, me abastezco del grifo independiente que sale del purificador. Desde luego, la diferencia en cuanto al sabor del agua, y yo pienso que también en cuanto a la calidad, es notable.
Un sistema de depuración del agua que se ha utilizado siempre a nivel industrial y que ahora podemos incorporar en casa es la osmosis. Este proceso es un sistema de limpieza y depuración del agua que se basa en el movimiento del fluido y su paso y compresión por varias membranas, que consiguen eliminar las partículas de cloro, la cal, las impurezas, los restos de productos químicos y hasta una parte de las bacterias que viven en el medio líquido.
El agua tratada con osmosis reduce la presión arterial, previene los cálculos renales y evita el estreñimiento. Hoy en el mercado encontramos una gran variedad de equipos de osmosis domésticos, algunos conectados a las cañerías internas de casa y otros que como depuradores independientes, como si fueran pequeños electrodomésticos.
Como vemos, la tecnología nos ayuda a disfrutar de un agua de mayor calidad en nuestros hogares.