Una vivienda no es la misma cuando la compramos de primeras que cuando ya han pasado varios años y nuestras necesidades han cambiado. Es muy posible que, en un primer momento, la veamos perfecta. Pero, al ser un bien que utilizamos y en el que vivimos durante años, cuando han pasado una o dos décadas lo normal es que queramos hacer algún retoque, alguna pequeña cosilla que creamos que nos va a venir de perlas y que vaya a hacer de nuestra experiencia en ella algo mucho mejor. Desde luego, es un asunto en el que todos y cada uno de nosotros y nosotras hemos pensado alguna vez.
Tened en cuenta que la vida va cambiando con el paso de los años. Lo normal es que se compre una vivienda cuando somos gente joven y tenemos toda la vida por delante. Pero claro, ¿Qué pasa si luego tenemos un hijo o hija? ¿Y si ya tenemos uno y vamos a por el segundo? ¿Y si necesitamos adaptar la vivienda a una persona que acaba de perder movilidad o que está invalida? Lo importante es que tengamos la capacidad de adaptarnos a esa nueva realidad y que no nos vaya a suponer demasiados problemas. Tiene que servir como una solución a los problemas que nos vayan surgiendo.
Muchas de las viviendas que podemos encontrar en nuestro país son antiguas. España vivió un auténtico boom de la construcción a lo largo de la mitad del siglo pasado. Ahora, todos esos edificios se han quedado un pelín antiguos y quizá muchos de ellos necesiten una reforma. Es algo necesario y que, desde luego, va a tener una incidencia directa en lo que tiene que ver con la calidad de vida de las personas que residen en su interior. Por poner un ejemplo de la cantidad de pisos que van necesitando una reforma, os diremos que, según el portal web de Fotocasa, en 2022 se reformaron 1’75 millones de hogares en el interior de nuestras fronteras.
El año siguiente, la tendencia volvió a ser la misma. Así lo hace saber un artículo que se publicó en el portal web Idealista y en el que se decía que en 2024 iban a reformarse 1’8 millones de viviendas en España, superando en un 1% la cifra del año 2022. Por tanto, podéis deducir que la sensación general es la de que en buena parte de nuestros pueblos o ciudades hace falta que los propietarios de los edificios y las viviendas se pongan manos a la obra para convertir estos espacios en ideales para los próximos años o de cara a ser ocupados por las próximas generaciones.
De cara a los próximos años, los datos van a seguir girando en torno a los guarismos que ya hemos comentado. Aunque es verdad que sigue habiendo mucha construcción nueva, la rehabilitación de espacios empieza a ser de una enorme necesidad y, de hecho, ya hay muchas ayudas y subvenciones de la Unión Europea para que este tipo de obras se puedan llevar a cabo con el menor esfuerzo económico posible para las personas que son propietarias de esas viviendas y edificios que necesitan un lavado de cara. Esto es lo que puede animar a mucha gente a dar el paso que su vivienda necesita para que cumpla con las necesidades que se le presuponen.
Es preciso no equivocarse cuando nos encontramos interesados en el rediseño de los espacios interiores de nuestro hogar o incluso de nuestro negocio. En el primero de esos casos, va a ser de enorme interés acertar porque la comodidad que presentamos en el hogar va a depender en buena medida de eso. En segunda instancia, la distribución de espacios interiores en el trabajo va a ser imprescindible para garantizar la comodidad y, por ende, la eficiencia de los trabajadores. A día de hoy, existe una enorme conciencia al respecto de todo lo que tiene que ver con este tema de acuerdo a lo que nos dice Sergio Nisticò, profesional forjado en el Italian Design Institute de Milán y que conoce de primera mano este sector y las necesidades de las personas.
No hay salud mental si no hay rediseño de espacios interiores
Ya sabéis que, en muchas ocasiones, podemos llegar a sentirnos agobiados dentro de nuestro propio hogar por culpa de la falta de espacios, por la distribución de los muebles o por el hecho de que la decoración no es la que nos hubiera gustado. Como es lógico, es preciso tomar cartas en el asunto porque, en caso contrario, vamos a padecer las consecuencias propias de una mala salud mental. No estar contentos con lo que tenemos en casa nos puede hacer sentir agobio, estrés o ansiedad. Se trata de problemas que están de actualidad, que ahora son más visibles que nunca y que, además, tienen solución.
Tened en cuenta una cosa: la vivienda es el espacio en el que pasamos más tiempo a lo largo de un día, de una semana, de un mes o de un año. Da igual el periodo de tiempo que analicemos, nuestro hogar es el espacio más importante para nuestra vida y, además, es sobre el que va a girar nuestra vida. Y todo lo que contenga en su interior y su disposición va a ser de especial relevancia para que no tengamos que pasar por un estado de salud mental que nos ponga todo tipo de obstáculos a lo largo de nuestra vida.
Las tendencias, además, van cambiando con el paso del tiempo. Es posible que hoy sintamos que necesitamos una reforma o redistribución en casa y que, dentro de una década, sintamos que vuelve a hacer falta. Y, como decíamos, es también bastante probable que haya cambiado el conjunto de necesidades que tenemos a causa de nuestra edad, de la ampliación de la familia o de cualquier otra cosa. Lo que está más que claro es que una vivienda no siempre va a estar organizada de la misma manera y que hay una serie de factores que van a influir en la distribución que hagamos de cualquier cosa que tenga que ver con ella.
Que no haya lugar para la pereza
Hay personas que suelen pensar dos veces si rediseñar el interior de la vivienda en la que residen. En muchas ocasiones, nos suele dar pereza hacerlo porque pensamos que va a proporcionarnos molestias, pero la realidad es más bien diferente a la que podemos pensar de antemano. A fin de cuentas, y aunque sea verdad que debamos pasar por algunos días diferentes en el hogar mientras dura la reforma, lo que estamos haciendo va a ser una estrategia a largo plazo para mejorar, para hacer de nuestro hogar un espacio mejor y en el que, ahora sí, tengamos todo lo que necesitamos para vivir con el bienestar que merecemos.
Por tanto, que no os dé pereza asumir un cambio como del que estamos hablando. Debéis saber que las estrategias a largo plazo son las mejores y que no vais a tener que estar pendientes de mejorar continuamente vuestro hogar si acometéis una reforma en el aspecto, la distribución o la decoración, ya que ese tipo de reforma está pensada para permanecer durante bastantes años junto a nosotros y al resto de nuestra familia. Lo inteligente es «sacrificar» algunos días para no tener que preocuparnos por este tema durante años. Y eso contando con que existan «molestias», puesto que a veces estas suelen ser tan mínimas que ni siquiera nos damos cuenta de las particularidades de esos días.
La pereza de hoy es el arrepentimiento del mañana. Y hay pocas verdades que sean más grandes que esa. No es lo mismo tener que afrontar una reforma cuando vamos bien de tiempo para acometerla que cuando ya es urgente y empieza a agobiarnos la situación en la que se encuentra nuestra vivienda. Es necesario que tengamos bien controlado el factor tiempo porque, desde luego, es una de las cosas que más puede influir a la hora de que tengamos la seguridad de que estamos haciendo las cosas bien. Si contamos con tiempo suficiente, podemos permitirnos el lujo de encontrar a un proveedor de confianza en lugar de tener que ponernos en manos del primero que vemos en Internet o del que tenemos más cerca de casa, sin que haya garantía alguna de la calidad de sus trabajos.
Lo verdaderamente importante es que, cuando miremos atrás, nos sintamos orgullosos y tranquilos al respecto de todo lo que hemos ido haciendo y consiguiendo con el paso de los años en relación a nuestro hogar. Hay muy pocas cosas que tengan más valor que esto porque no solo estaremos haciendo posible que nuestro bienestar sea real sino que también lo sea el de las personas que nos rodean y a las que amamos por encima de todas las cosas. Ojalá que la mayoría de las personas que no se sientan a gusto en su domicilio tomen este tipo de medidas para cambiar la realidad de su hogar… y la suya propia.