Los animales no son objetos, ellos también merecen respeto

Una de las cosas más bonitas de irse de viaje es el hermoso paisaje (rural o urbano) que nos vamos a encontrar allá donde vayamos, así como las actividades rupestres o culturales que vayamos a hacer (solo o en familia). Y es que, sin lugar a dudar, poder disfrutar de unos días en la tranquilidad de la naturaleza o en un entorno totalmente diferente al acostumbrado es una de las cosas más idílicas a la que podemos aspirar.

Pero ¿qué sucede cuando tenemos en casa a un amigo de cuatro patas? ¿Qué sucede cuando planificamos un viaje y hay un par de ojitos brillantes que nos miran sentados desde el suelo?

¿Lo dejamos atrás? ¿Nos lo llevamos con nosotros?

Ahora, puedes.

 

Cientos de animales son abandonados cuando su familia humana se va de viaje

Lo primero que un animalito ve cuando abre sus ojos por primera vez es a su humano, al que va a cuidar de él toda su vida (que, a veces, nos resulta demasiado corta). Ese animalito confía en nosotros para que lo alimentemos y lo cuidemos. De hecho, confía tantísimo en nosotros que se queda dormido a nuestro lado sin ningún miedo. Para las mascotas (gato, perro o cual sea), nosotros somos sus padres, sus cuidadores, sus mejores amigos. Y… ¿no deberíamos de tratarlos, en consecuencia, con el cariño y el respeto que se merecen?

Es muy triste entrar en internet y leer ese tipo de noticias. Cuando empiezan las épocas de vacaciones, todos queremos hacer las maletas y largarnos a donde nos permita nuestra economía en ese momento. Queremos escapar de la rutina, airear nuestra mente y despejar nuestros sentidos de tanta responsabilidad (familiar, social, laboral…).

Pero los que tenemos mascotas no podemos olvidar que ese animalito depende totalmente de nosotros para todo. Y que, cuando lo adquirimos (ya sea mediante una compra o mediante una adopción), estamos firmando “un contrato” que va a estar vigente todo el tiempo de vida de ese nuevo integrante de tu familia.

Una de las cosas más horrorosas del mundo es traicionar la confianza de un ser que confía en ti. ¿Te imaginas irte de viaje y abandonar a tu bebé? SI no lo contemplas en un ser humano, ¿por qué si se contempla en un animal?

 

Los animales también sienten

Está plenamente demostrado que los animales también tienen sus propios sentimientos. Y, aunque no hablen para poder transmitírnoslos, basta un poco de observación para darnos cuenta de que esto es así.

¿Alguna vez has leído esas noticias de que un perro corre detrás del coche de los dueños que los ha abandonado durante horas? ¿De verdad crees que si un animal no sintiese haría ese tipo de cosas? Si un animal no tuviese apego con su familia y fuese tan solo un animal sin razonamiento, como muchos piensan, simplemente se iría a otra parte y seguiría haciendo su vida. Pero el hecho de que corra kilómetros detrás del coche que lo ha abandonado es muy esclarecedor.

Por lo hablar de los cerdos y las vacas que lloran, totalmente desconsolados, cuando descubren que ese camión que los carga se dirige rumbo al matadero. No, no es broma: cuando lees noticias como esta, ¿no se te remueve algo en tu interior? Porque yo acabo de ver esa imagen de la vaquita arrodillada y estoy, literalmente, llorando. Para todo el que se lo pregunte… soy vegetariana, no como carne. Así que no, no tengo doble moral.

También podríamos hablar de esas perritas que corren kilómetros cuando un camión se lleva a sus bebés. ¿Por qué nos sorprenden este tipo de noticias? Porque pensamos que los animales no tienen instinto maternal. Pues cuando lees esta noticia solo tienes dos posibilidades: o piensas que está desolada porque le han quitado a sus hijos y quiere recuperarlos… o piensas que está corriendo detrás del camión por alguna absurda idea de que quiere morder al conductor, o algo así. Muchas veces, la opción más increíble es la correcta, y la opción más “normal” es la más absurda.

Hemos de dejar de pensar que las mascotas no sienten, que no les va a hacer daño que, cuando lleguen a cierta edad en sus vidas y las dejemos en perreras o asociaciones de adopción, no se van a desmoronar o no van a morirse de pena.

Nosotros somos su familia, ¡su única familia! Y la única diferencia entre nosotros y ellos es que nosotros, si lo deseamos y nos cansamos de la vida que llevamos, podemos escoger a otro marido u otra mujer y empezar de cero.

Ellos no tienen esta opción: si los llevamos a una perrera, ellos no pueden decidir no ir, porque nosotros decimos todo lo que influye en su vida (desde su nacimiento hasta su muerte), ya sea quedárnoslo hasta sus últimos días o dejarlo en un refugio para que otras personas hagan lo que nosotros no hemos hecho: cuidarlo como se merece.

 

La ley de protección animal ha empezado, por fin, a proteger a los animales

Hace relativamente poco, se renovó la ley de protección animal. Si entras en el BOE del Estado, podrás leerla por ti mismo.

Esta ley es un gran paso, porque significa que los animales pasan a ser “miembros de nuestra familia” y, como tal, merecen el trato y el cuidado que merece cualquier ser humano. Antes, si no querías hacerlo, no podías. Ahora, si los tratas mal y alguien se percata y te denuncia, tienes un serio problema con la Ley.

Esto, además, también incluye a las colonias de gatos callejeros. ¿Nunca has oído que una colonia ha sido envenenada y muchos gatos han muerto? ¡Basta de esto! Ahora, los Ayuntamientos están obligados a cuidar, alimentar, esterilizar y chipar a estos animales para tenerlos bien atendidos. Por lo tanto, las colonias callejeras también están ahora a salvo. ¡Y ya era hora, porque solo en mi ciudad he escuchado miles de veces que habían envenenado a una colonia de gatitos!

 

Si vas de viaje, no hagas como todos los demás: llévalos contigo

Como ya hemos dicho, una de las épocas del año donde más abandonos de animales existen son en los periodos de vacaciones. Y yo entiendo, de verdad que entiendo, que quieras irte de viaje para desconectar de todos y de todo. ¿Pero eso significa que tengas que abandonar a tu amigo peludo de cuatro patas? ¿De verdad no existe otra solución?

Desde El Jiniebro – Alojamientos Rurales opinan lo siguiente: “Si vas de viaje, has de asegurarte que el alojamiento que reservas admite animales. Y, si el que has buscado no los admite, entonces ese no es el sitio que estás buscando. Un buen alojamiento es aquel que piensa en todas tus necesidades, desde tu propio bienestar y tu cuidado hasta el del respeto por tus animales de compañía. Si tienes una mascota y el alojamiento que miras no la admite… entonces, ese no es el alojamiento que estás buscando”.

Además, teniendo en cuenta que, ahora, la Ley protege a las mascotas, ¿hasta qué punto es legal que un alojamiento no permita que estos se alojen contigo? Voy más allá: ¿hasta qué punto está permitido que los contratos de alquiler contengan cláusulas que mencionen que “tener animales de compañía no está permitido”?

Desde que la Ley ampara y protege a los animales de compañía, cierto tipo de prácticas extendidas y asimiladas han dejado de ser completamente legales… aunque nos intenten convencer de lo contrario. Si ves un contrato de arrendamiento que prohíba la tenencia de mascotas, por mucho que ellos digan, es completamente ilegal porque no puedes, por ley, abandonar a un miembro de tu propia familia. Del mismo modo, cuando buscas un alojamiento vacacional y, al hablar con ellos, te comentan que no admiten animales, es completamente ilegal. En este caso no los vas a convencer… pero puedes hacerles perder un cliente y buscarte un alojamiento que sí que los permita (que, por cierto, cada vez son más alojamientos los que se consideran a sí mismos Petfriendly).

 

Dejemos de ver a los animales como objetos y veámoslos como miembros de la familia

¿Sabes que en los días previos a Reyes y Navidad la compraventa de mascotas se dispara? ¿Y sabes que son estos mismos animales (los regalados en vacaciones de Navidad) los primeros que, cuando crecen unos meses, son abandonados, son precisamente los que se regalan en esas fechas tan marcadas. ¿Los animales pueden ser regalos de Navidad? Que puedan regalarse en esas fechas ya incide en que se piensa en que son cosas, no seres vivos que tengamos que cuidar.

Los animales no deben de usarse JAMÁS para enseñar a un niño sobre la responsabilidad. Conocí un caso que, como un niño no era capaz de acordarse de darle de comer a su hámster, ningún miembro le daba de comer porque era responsabilidad del niño. ¡ERROR! Un animal no debe, bajo ningún concepto, sufrir las consecuencias de la falta de responsabilidad de nadie. Es un ser vivo con sus necesidades, y no solventarlas puede llevarlo a la muerte.

El problema real de esta plaga insostenible de abandonos y de maltrato de mascotas proviene de lo mismo: consideramos a los animales cosas, no miembros de nuestra familia. Por lo tanto, al ser cosas, si me incomoda o me molesta (o se hace demasiado mayor para cuidarlo) basta con abandonarlo y conseguir uno más nuevo en el mundo (un recién nacido, vaya).

Los animales no son cosas de las que puedas deshacerte cada vez que quieras.  

Y, desde luego, no son un saco de boxeo con el que se pueda descargar nuestra frustración.

¡Respeta a todos los seres vivos!

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