Así son los carnavales de Ciudad Rodrigo

Hay ciudades que son conocidas por su gastronomía, por sus playas, por sus equipos de fútbol o por sus monumentos. Pues bien, Ciudad Rodrigo, mi ciudad favorita, es conocida por sus carnavales. Y es que nada tienen que envidiar a los que se celebran en Tenerife, Las Palmas o Cádiz. Es cierto que es otro tipo de ambiente, pero la verdad es que merece la pena acudir alguna vez en nuestra vida a esta ciudad salmantina que vive durante una semana sus fiestas más queridas. Ahora que parece que el coronavirus y la pandemia nos da una tregua, es el momento para visitar el Carnaval de Ciudad Rodrigo.

Vamos a conocer más detalles sobre este municipio y sobre todo de su carnaval. Seguro que te va a interesar y lo pondrás en tu agenda de cosas a hacer para 2022, ya que está organizada esta edición. Lo primero que tienes que saber es que se denomina el carnaval del Toro, pero ojo, no lo confundas con el del municipio zamorano. Se llama así porque es la combinación perfecta, ya que une en una misma celebración dos tradiciones, la taurina y la carnavalesca. En este sentido, se organizan a diario encierros, capeas y desencierros. De todas esas celebraciones, destacan el encierro a caballo del Domingo de Carnaval​ y el Toro del Aguardiente (llamado así porque se reparte aguardiente y otras viandas antes del encierro) que se celebra el Martes de Carnaval a primera hora de la mañana. Pero vayamos poco a poco. Lo primero es saber las fechas: entre los próximos días 25 de febrero y 1 de marzo de 2022.

Como allí se dice: «Desde San Sebastián es Carnaval». Las capeas tienen tanta importancia como los encierros y las novilladas. Hay una institución: el «Bolsín Taurino», cuya misión es buscar entre los maletillas (jóvenes que aspiran a ser toreros) nuevos valores. Se han recuperado los encierros a caballo y hay una «Peña del Caballo». El encierro tiene gran emoción, pues se celebran bailes en el trayecto que se interrumpen cuando aparece el toro.

Los encierros, en los que los corredores se encuentran puntualmente avisados por la campana gorda del Ayuntamiento, marcan regularmente los horarios de propios y extraños que no pueden, ni deben, olvidar al principal protagonista de la fiesta, el toro. Plato fuerte es el espectacular Encierro a Caballo del domingo de Carnaval, en el que desde las dehesas vecinas expertos caballistas y garrochistas conducen a los toros bravos hasta la ciudad. El martes, último día de encierros y capeas, se suelta de buena mañana el Toro del Aguardiente, tras repartir entre los asistentes aguardiente y perronillas.

Pregones, disfraces, desfiles, charangas y peñas ponen su parte en el programa; para que la ciudad se transforme durante estos días en fiesta taurina y bulliciosa, en medio de una extraordinaria animación callejera.

Como curiosidad, En el folclore de Ciudad Rodrigo existen muchas referencias al Carnaval del Toro, un ejemplo de las mismas está en la canción compuesta por la murga Los Becuadros en 1916 titulada La Campana Gorda, que, junto con el pasodoble Invitación, más conocido por El Forastero, obra de la Rondalla Tres Columnas, se considera el himno de esta fiesta y cuya letra es la siguiente, así que si quieres ser uno más en Ciudad Rodrigo solo tienes que cantar esto.

Ya estamos todos aquí

con muchísima ilusión

la alegría empieza ya

al llegar el Carnaval

La campana gorda que en la torre

colocaron de la catedral,

volverán a fundirla de nuevo

porque dicen que suena muy mal

Eso dicen por ahí

no sabemos si será

la alegría empieza ya

al llegar el Carnaval

 

La campana gorda que en la torre

colocaron de la catedral,

volverán a fundirla de nuevo

porque dicen que suena muy mal

Lo que más me gusta de los carnavales de Ciudad Rodrigo es el buen ambiente que existe. Yo me siento uno más. Hace ya que voy durante cinco años y me lo he pasado muy bien. La hospitalidad de la gente es increíble. Aún recuerdo que la primera vez que estuve me presenté sin disfraz, porque no hay que olvidar que hay que disfrazarse. Pero en ese momento llegó mi amigo Pedro, el que me invitó a ir, y me dijo que lo arreglaba en un momento. Cogió el teléfono y llamó a La Casa de los Disfraces, y por supuesto, me pidió uno de vaca. Aún recuerdo las risas que nos echamos. Sin duda, te recomiendo que vayas.

 

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