Seguro que más de una vez has pensado en mejorar el baño de tu casa, pero siempre se nos pasan detalles que parecen pequeños y que, sin embargo, pueden cambiar por completo la funcionalidad y el estilo de este espacio. Si tienes una ducha o una bañera, hay algo que necesitas y quizá no te hayas dado cuenta: una mampara. Así es, ese elemento que parece solo un accesorio, pero que en realidad tiene mucho que ofrecer. Veamos todas las ventajas que tiene contar con una mampara en tu baño, los tipos que existen y los materiales que puedes encontrar.
Ventajas de las mamparas en el baño.
Tener una mampara en el baño tiene muchos beneficios. Lo primero que se suele notar es cómo ayuda a mantener la limpieza del baño. Seguro que tienes cortinas de ducha, esas que acaban siempre empapadas, pegándose a tu piel y dejando charcos por todo el suelo. Con una mampara, este problema desaparece. Al estar selladas, impiden que el agua se escape y se disperse por el suelo, algo que agradecerás cuando veas que no necesitas fregar el baño cada vez que te duchas.
Otra ventaja es la durabilidad. Las cortinas de ducha se desgastan con el tiempo, pueden desarrollar moho y se vuelven antiestéticas. Las mamparas, por otro lado, están diseñadas para durar muchos años, resistiendo tanto la humedad como el uso diario, siendo higiénicas además de duraderas. También son mucho más fáciles de limpiar y no acumulan la suciedad de la misma forma que las cortinas de tela, basta con pasar un paño húmedo o usar productos específicos para el material del que esté hecha y se verá como nueva.
Por otro lado, son un elemento importante en la seguridad del baño, ya que no es lo mismo salir de la ducha y encontrarte con el suelo empapado que con el suelo seco. El riesgo de resbalones disminuye considerablemente, algo que es especialmente importante si hay niños o personas mayores en casa. Asimismo, las mamparas suelen tener un diseño que facilita la entrada y salida de la ducha, evitando tropiezos y golpes con los bordes.
Otro punto a favor es la estética, puesto que transforman por completo el aspecto de un baño. Si bien las cortinas pueden tener diseños atractivos, una mampara le da un aire de modernidad y elegancia que difícilmente se consigue con otros elementos. Y no solo eso: una mampara bien elegida puede hacer que el baño parezca más amplio, algo que siempre viene bien si el espacio es reducido. Este efecto se consigue, sobre todo, con las mamparas transparentes, que no interrumpen la continuidad visual del espacio y dan una sensación de mayor amplitud.
Tipos de mamparas.
A la hora de elegir una mampara, es importante saber que no todas son iguales. Hay varios tipos, cada uno con sus propias características y ventajas, y lo mejor es conocerlos para poder elegir el que más se adapte a tus necesidades y al espacio del que dispones en tu baño.
- Mamparas de ducha: estas son las más comunes, y dentro de ellas hay diferentes estilos. Las mamparas correderas son las más utilizadas, especialmente en baños pequeños. Consisten en una o varias hojas que se deslizan sobre un carril. Esto permite que la entrada y salida de la ducha sea fácil, ahorrando espacio, ya que no necesitas dejar un espacio libre para abrir una puerta hacia fuera.
Otro tipo que es ideal para baños un poco más amplios es el de las mamparas abatibles, ya que la puerta se abre hacia fuera o hacia dentro, como una puerta convencional. Tienen la ventaja de permitir una apertura más amplia, lo que facilita la entrada y salida, y suelen tener un diseño muy elegante.
También existen las mamparas plegables, que son una opción práctica si el espacio es realmente reducido. Estas se pliegan sobre sí mismas, ocupando muy poco espacio cuando están abiertas. Son ideales para duchas en esquinas o para cuando la zona de entrada es estrecha.
- Mamparas para bañera: aunque las bañeras están siendo sustituidas en muchos hogares por duchas, todavía son una opción muy habitual, sobre todo en hogares con niños pequeños, siendo en estos casos la solución perfecta. Como ocurre con las mamparas de ducha, las de bañera también pueden ser correderas, abatibles o plegables.
Una de las opciones más comunes es la mampara fija para bañera, que consiste en un solo panel que cubre parte de la bañera, generalmente en la zona donde se encuentra la ducha. Las mamparas correderas para bañera funcionan igual que las de ducha, permitiendo un fácil acceso al interior sin necesidad de dejar espacio para una puerta abatible. Finalmente, las mamparas abatibles para bañera son ideales si se quiere tener la opción de abrir completamente la mampara, permitiendo un acceso más cómodo.
- Mamparas frontales y angulares: este tipo de mamparas se utilizan dependiendo de la ubicación de la ducha o la bañera en el baño. Las mamparas frontales se instalan cuando la ducha o la bañera está ubicada entre tres paredes, cubriendo todo el frente. Son muy habituales y pueden ser de cualquier tipo: correderas, abatibles o plegables.
Por otro lado, las mamparas angulares están diseñadas para duchas o bañeras ubicadas en una esquina del baño. Estas mamparas cubren dos lados, formando una esquina de 90 grados. Pueden ser correderas, plegables o incluso de tipo walk-in, que consisten en un panel fijo y una entrada abierta, sin puerta. Este último estilo está cada vez más visto debido a su aspecto minimalista y funcional.
Materiales de las mamparas.
Al hablar de mamparas, uno de los aspectos más importantes es el material del que están hechas, puesto que afecta tanto al aspecto estético como a la durabilidad y al mantenimiento.
- Cristal templado: este es, sin duda, el material más utilizado para las mamparas. El cristal templado se caracteriza por su gran resistencia. Al ser sometido a un proceso de templado, es hasta cinco veces más fuerte que un cristal convencional, lo que lo hace muy seguro en caso de rotura, ya que se fragmenta en pequeños trozos no cortantes. Además de su seguridad, el cristal templado tiene la ventaja de ser muy estético: su transparencia y brillo aportan luminosidad y amplitud al baño. También es un material muy fácil de limpiar, lo que ayuda a mantener la higiene en esta zona tan importante de la casa.
Dentro de las opciones de cristal templado, tenemos diferentes acabados. El cristal transparente es el más común, ya que da una sensación de mayor espacio, adaptándose a cualquier estilo de baño. Sin embargo, también existe la opción del cristal translúcido o mate, que permite mayor privacidad sin perder la elegancia. Este tipo de cristal tiene un acabado arenado o ácido que difumina las imágenes, ideal si no se quiere que todo sea visible al otro lado de la mampara.
- Acrílico: otra opción, más económica, es el acrílico. Este material es más ligero que el cristal y también más barato. Aunque no tiene la misma resistencia que el cristal templado, ofrece suficiente durabilidad para un uso diario normal. Además, al ser más ligero, es más fácil de manejar durante la instalación. Las mamparas de acrílico son una buena opción si se busca algo funcional y económico sin sacrificar la estética.
El acrílico también permite una gran variedad de acabados y diseños, se puede encontrar en versiones transparentes, translúcidas o incluso con motivos decorativos impresos, lo que permite personalizar el baño de forma original. Una de las ventajas del acrílico es que, al ser un material plástico, es menos frío al tacto que el cristal, algo que puede ser un punto a favor en climas más fríos.
- PVC: las mamparas de PVC son una opción económica y práctica que aún se encuentra en muchos hogares. Este material plástico es ligero, resistente al agua y fácil de mantener, lo que lo convierte en una buena alternativa para quienes buscan una solución sencilla y asequible. Aunque no ofrece la misma transparencia y elegancia que el cristal o el acrílico, el PVC es una opción recomendada, especialmente en baños que buscan una mayor privacidad, ya que suele estar disponible en acabados opacos o translúcidos.
Según nos comentan desde Alutecnic Balear S.L., las mamparas de PVC son muy duraderas y resistentes a los golpes, lo que las hace adecuadas para baños de uso intensivo o para hogares con niños. Además, su instalación es más sencilla y su ligereza permite que puedan manipularse fácilmente durante el proceso de montaje. Aunque el PVC no tiene la misma capacidad estética que otros materiales, sigue siendo una gran elección por su relación calidad-precio y por su capacidad para resistir la humedad sin corroerse.
- Aluminio y acero inoxidable: los perfiles y herrajes de las mamparas suelen estar hechos de aluminio o acero inoxidable, materiales que ofrecen una gran resistencia a la humedad y al desgaste. El aluminio es ligero y fácil de manejar, mientras que el acero inoxidable, aunque es más pesado, ofrece una durabilidad y una resistencia a la corrosión superiores.
Además de su función estructural, estos materiales aportan un toque estético. Se pueden encontrar en acabados cromados, mate o incluso en una gran gama de colores, dependiendo del estilo que se busque. Por ejemplo, un perfil de acero inoxidable con acabado negro puede darle un toque industrial y actual al baño, mientras que el aluminio anodizado en color plata o blanco puede ser más discreto y clásico.