Transporte de mercancias peligrosas

Como su propio nombre indica, el transporte de cierto tipo de mercancías, puede resultar en extremo peligroso. Este tipo de mercancías, requiere de un almacenaje y transporte diferente al de otros tipos de mercancías, adecuado y seguro, para que no ocurran accidentes.

Según la DGT, son mercancías peligrosas “todas aquellas materias y objetos cuyo transporte por carretera está prohibido o autorizado exclusivamente bajo las condiciones establecidas en el Acuerdo Europeo ADR o en otras disposiciones especificas y que obligan a disponer de un permiso específico para transportarlas.”

Independientemente del medio de transporte, este tipo de mercancías se organizan en clases diferentes atendiendo a su nivel de peligrosidad. Existen nueve clases generales y trece específicas que hacen referencia a los siguientes:

  • Clase uno: materiales y objetos peligrosos.
  • Clase dos: gases
  • Clase tres: líquidos inflamables.
  • Clase cuatro: materias solidas inflamables, autorreactivas, materias explosivas desensibilizadas solidas; materias que pueden experimentar inflamación espontanea; materias que al contacto con el agua desprenden gases inflamables.
  • Clase cinco: materias comburentes y materias peróxidos orgánicos.
  • Clase seis: materias tóxicas; materias infecciosas.
  • Clase siete: materias radioactivas.
  • Clase ocho: materias corrosivas.
  • Clase nueve: materias y objetos peligrosos diversos.

Todas estas mercancías, son denominadas como peligrosas y transportarlas, requiere de una enorme responsabilidad. Su transporte, está regido por una estricta normativa que va más allá de la posesión de un mero carnet de conducir.

Los profesionales del sector Cargolink, nos han contando los pormenores de este tipo de transporte. Nos han recalcado que no basta con el permiso de conducción del vehículo destinado al transporte, sino que es necesario contar con la autorización especial administrativa del ADR. Este permiso, persigue la garantiza de realizar los transportes de este tipo de mercancías y/o sustancias dentro de un entorno de máxima seguridad.

Para la obtención de la autorización ADR, cuya vigencia es de cinco años, hay que contar con el permiso de conducir de clase B con un año de antigüedad, como mínimo. Realizar un curso de formación en una academia que cuente con la autorización de la DGT y superar un examen. Ser residente de España y no estar incapacitado judicialmente para conducir. Además, debe contar con las aptitudes psicofísicas necesarias para poder obtener el permiso de conducir de clase C1.

Por razones más que obvias de seguridad, en la carretera hay que ser prudente y cumplir siempre, con las normas de seguridad correspondientes al desempeño de este tipo de transporte.

Claves para un transporte seguro

A la hora de hacer el transporte de este tipo de productos por vía terrestre, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones que vamos a destacar a continuación.

Entendiendo por mercancía peligrosa, toda aquella mercancía con potencial para poner a las personas en riesgo, tanto en lo referente a integridad física como a la salud o causar daños materiales o medioambientales en las propiedades. Estas materias pueden ser liquidas, solidas o gaseosas, como ya hemos citado. Teniendo en cuenta estos factores y su nivel de peligrosidad hay que llevar a cabo, las siguientes recomendaciones para evitar riesgos añadidos.

En primer lugar, preparar y embalar la carga de las mercancías de la forma adecuada. Dado que, durante el transporte, las mercancías se exponen a movimientos bruscos, cambios de temperatura y en los niveles de humedad entre otros, hay que asegurarse de que lleguen a su destino en perfectas condiciones. Un embalaje adecuado a la mercancía correspondiente, evitará sobresaltos durante el transporte.

Una vez que las mercancías, están correctamente embaladas y preparadas, hay que marcar y etiquetar debidamente los bultos a transportar y los vehículos en los que se va a llevar a cabo el transporte. La etiqueta debe contener toda la información relativa a las mercancías a transportar y el nivel de riesgo que suponen. Los camiones deben ir por igual, correctamente señalizados para que el resto de los conductores pueda identificar que se trata de un vehículo que transporta mercancías peligrosas.

En tercera instancia, aunque debe hacerse antes de iniciar el transporte, es conveniente contratar un seguro para la propia mercancía. Puesto que este tipo de envíos conlleva un riesgo implícito, es prioritario contratar una póliza de seguros que cubra cualquiera de las contingencias que puedan darse durante el transporte, con independencia de que se trate de un transporte nacional o internacional.

La planificación de este tipo de transportes es esencial. Preparar el envío requiere de mayor tiempo debido a lo que conlleva. El margen de tiempo para cubrir imprevistos y planificar todo lo referente al transporte debe ser de unas dos semanas.

En último lugar, proporcionar la formación adecuada a los conductores, así como toda la información necesaria para que cuenten con la preparación y autorizaciones pertinentes para el transporte. Los conductores deben tener a su disposición toda la información técnica correspondiente a los productos que transportan e incluir una lista de teléfonos de las autoridades pertinentes a las que hay que informar en caso de accidente.

Documentación necesaria para el transporte terrestre

A parte de todo lo reseñado, a la hora de llevar a cabo un transporte de mercancías peligrosas por vía terrestre, hay que llevar la documentación necesaria conforme a lo que marca la ley. Con lo que antes de que se proceda a emprender la marcha, conviene comprobar que en el vehículo se dispone de los siguientes documentos:

  • Permiso de circulación del vehículo.
  • Ficha técnica de la ITV del vehículo.
  • Seguro.
  • Autorización o tarjeta de transporte.
  • Certificado de aprobación ADR.

Los propios conductores deben llevar y presentar los siguientes documentos:

  • Permiso de conducir en vigor.
  • DNI o pasaporte.
  • Discos diagrama del día correspondiente y los veintiocho anteriores o la tarjeta digital del conductor.
  • Certificado ADR de formación y autorización que acredite que puede transportar mercancías peligrosas.

Referente a la carga que se transporta en el vehículo, el conductor debe llevar:

  • La carta de porte de CMR.
  • Instrucciones precisas para el conductor.

Es imprescindible que los conductores dispongan de toda la documentación referida antes de iniciar el transporte. La capacitación y formación con la que deben contar estos profesionales, es indudablemente fundamental para evitar mayores riesgos de los ya implícitos.

Otras vías de transporte de mercancías peligrosas

Algunos destinos para este tipo de mercancías, requieren de otros medios de transporte. A parte de los terrestres, en los cuales podría incluirse el transporte ferroviario, también pueden llevarse a cabo por vía aérea y marítima.

En el caso de del transporte aéreo, que se trata de una actividad global que afecta a empresas de diferentes sectores de la industria, las regulaciones estipuladas para la carga aérea peligrosa se definieron por varias organizaciones: la Organización Civil Internacional (ICAO) y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).

Según esta última, se distinguen tres tipos de mercancías: peligrosas prohibidas, no restringidas y peligrosas. En esta última categoría, se encuentran las aptas para transporte en avión comercial y las que solo son aptas para CAO (solo carga).

En este caso, la responsabilidad del expedidor consiste en proporcionar la información necesaria a los empleados a cargo y garantizar que las personas involucradas en la preparación de las mercancías para la expedición, hayan recibido la formación necesaria que les capacite para el desempeño de estas funciones tan delicadas.

Así mismo, debe asegurar que el transporte de la mercancía no este prohibido y que la cantidad a llevar no supera los límites establecidos. Igualmente, debe rellenar la Declaración de Mercancías Peligrosas para cada expedición que se haga. Algunas mercancías peligrosas están exentas de esta declaración si se trata de pequeñas cantidades. En este caso deben ir correctamente identificadas.

También es responsabilidad del expedidor identificar, clasificar, embalar, marcar y etiquetar la mercancía de la forma adecuada y cumplir con las regulaciones que se establecen tanto en el lugar de origen, como en el de tránsito y destino.

Son responsabilidades del operador la aceptación, el almacenaje, la carga y la estiba de las mercancías a transportar. Llevar a cabo una inspección de las posibles pérdidas o averías que puedan surgir. Los procedimientos y la notificación de las incidencias que puedan darse y formar a los empleados.

Concerniente al transporte de mercancías peligrosas por vía marítima, igualmente, hay que cumplir con las normativas aplicables y llevar a cabo las mejores prácticas dentro del transporte y la logística.

Puesto que la carga marítima de las mercancías peligrosas puede requerir condiciones especiales de estiba, es fundamental, prestar una especial atención al lugar y la forma en que se apilen los contenedores. Tanto la exposición a la luz solar como al agua, son factores a tener en cuenta a la hora de transportar cierto tipo de mercancías.

Si durante la navegación surgiera algún incidente, el entorno marino, podría verse gravemente afectado, por ello, el embalaje y acceso adecuados a la carga es más que esencial a la hora de que haya una emergencia.

En este particular, la normativa aplicable corresponde a la regulación  del Código IMDG (Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas) y el Acuerdo Europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por vías de navegación interior (ADN).

En cualquiera de los supuestos, los factores relativos al cuidado, la formación, la información, el embalaje, la carga y la descarga, son semejantes. No hay que olvidar que se trata de mercancías que pueden ocasionar graves daños y por tanto, hay que tratarlas como corresponde.

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