Las pantallas, elementos anticovid que van a seguir a nuestro lado

La pandemia ha tenido una influencia muy grande en nuestras vidas y está claro que todos y todas hemos cambiado nuestra manera de pensar como consecuencia de ella. Sobre todo por el hecho de que, antes de que se produjera, pensábamos que vivíamos en una sociedad realmente indestructible, cuando la realidad ha demostrado que éramos, y seguimos siendo, más vulnerables de lo que siempre hemos pensado. Desde luego, no cabe duda de que ahora somos conscientes de que los peligros que nos rodean son muchos más de los que pensábamos hace apenas un par de años.

El portal web Gaceta Médica informaba en su página web de la confirmación del primer caso de coronavirus en España, que se produjo el 31 de enero de 2020 en la isla canaria de La Gomera. Es evidente que ese no fue el caso que terminó provocando la expansión de la pandemia en este país. Seguro que alguna persona de nacionalidad española ya había sido contagiada antes y en otra ciudad de este país. Es evidente que el crecimiento del número de casos que experimentamos en los meses de marzo y abril fue derivado de varios pacientes cero y no de uno solo.

Después de eso, se produjo una serie de acontecimientos que obligó a la ciudadanía española a tomar las medidas necesarias para evitar el contagio, un contagio que podía derivar en la muerte tanto propia como la de alguno de nuestros seres queridos. Había que procurar mantenerse al margen de la enfermedad y la compra de mascarillas y gel hidroalcohólico se convirtió en una de las medidas más adecuadas para complementar el confinamiento al que nos vimos sometidos. Lo cierto es que estas cuestiones eran las que nos permitían mantenernos a salvo ante lo que teníamos encima.

Cuando, poco a poco, la situación fue mejorando y ya pudimos volver a salir, llegó la hora de intentar asegurar la seguridad en los puestos de trabajo. Y fueron esos los momentos en los cuales las empresas empezaron a adquirir pantallas protectoras para su personal de oficinas. Estábamos empezando a trabajar de manera presencial de nuevo y este elemento fue clave para intentar mantenernos ajenos y ajenas al contagio a pesar de las diferentes olas a las que nos vimos sometidos hasta principios de este 2022. De no haber sido por las pantallas, quién sabe lo que habría podido ascender la cifra de casos de coronavirus.

Hay elementos físicos que, a pesar de haber superado la pandemia, van a mantenerse en nuestras oficinas de cara a los próximos años. Las pantallas constituyen uno de ellos en función de lo que nos transmiten desde Chiwawap, donde sigue llegando una importante demanda de estas pantallas todavía a día de hoy. Y es que estos objetos ya no solo hacen posible que la transmisión del coronavirus (que, recordemos, va a seguir entre nosotros) sea mucho más difícil, sino  que, además, van a permitir que se mantenga todo lo que tiene que ver con la higiene y la transmisión de cualquier otro tipo de partículas.

No cabe duda de que esto va a evitar una cantidad importante de problemas en el futuro próximo. Desde luego, hay que poner en valor todo lo que tiene que ver con la protección ante ese tipo de situaciones en las cuales se puede transmitir una determinada enfermedad. Cualquier problema que sea parecido a una gripe podrá verse detenido con la implantación de las pantallas. Desde luego, no cabe duda de que todo lo que sea mantener la protección de las personas estará bien empleado. Y las pantallas ejercen una gran ayuda en ese sentido.

La prevención es una buena aliada 

Si algo bueno ha tenido la pandemia ha sido que hemos empezado a valorar la importancia que tiene prevenir cualquier problema que tenga que ver con la limpieza, la higiene o la transmisión de enfermedades a través de cualquier vía. Hemos empezado a desarrollar un sentido, un instinto, que nos permite estar siempre alerta para prevenir cualquiera de los problemas de los que hemos venido hablando y que podría tener una influencia negativa sobre nuestra salud.

Hay que seguir intentando potenciar nuestra salud por encima de todas las cosas. Es verdad que muchas veces hay que tener en cuenta demasiadas cuestiones para ello, pero no cabe la menor duda de que el resultado de eso, que es disponer de una gran calidad de vida y un día a día marcado por el bienestar, merece y mucho la pena. Estamos seguros de que hoy, en 2022, hay muchas más personas que se preocupan por su estado de salud que las que había hace dos años, antes de que el coronavirus hiciera acto de presencia en nuestro país. Dicen que no hay mal que por bien no venga. Al menos, nos queda este consuelo.

 

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