Para poder darle el uso correcto a nuestra mente y poder realizar sesiones de meditación eficientes, que de verdad nos guíen hacia la liberación de nuestra mente y alcanzar nuestra versión más elevada, lo primero que tenemos que aprender es a mantener nuestra mente serena.
Para ello, muchos piensan que se trata de luchar contra el estrés, la ansiedad, el sufrimiento, los malos hábitos, las actitudes negativas o las emociones desbordadas, pero Inspirare, academia de formación de meditación y mindfulness, nos explica que la verdad es que lo que se tiene que hacer es dejar pasar estos pensamientos y emociones hasta que se desvanezcan y dejen nuestra mente liberada. Se trata, simplemente, de dejarlo ir liberando nuestra mente de la prisión en la que la encierran estos pensamientos, en donde está limitada, permitiéndole que se expanda.
La metáfora del agua del estanque
Cando nos sentimos mal o tenemos algún problema lo primero que hacemos e evaluarlo, analizarlo, descubriendo los sentimientos y emociones que esto pueda despertar en nosotros y dejarlos salir, aflorar y ser a plenitud, incluso, buscando aprender de ello, obtener una lección, ese crecimiento a partir de la adversidad de la que tanto se habla. Incluso, muchas veces, cuando estamos en calma, tendemos a viajar hacia lo más profundo de nuestro interior intentando buscar lo que está allí escondido y lo despertamos para que podamos explorarlo.
No obstante, cuando hacemos esto, nos convertimos en tensión y desasosiego en vez de relajación y tranquilidad. Así, mantener la mente en calma lo que busca es que cuando aparecen estos pensamientos que puedan generar dicha ansiedad y tristeza, no nos dejemos invadir por ella, sino que les dejemos pasar sin involucrarnos con ellos, sin oponernos tampoco, solo dejando que estos sucedan y dejen de suceder. Y es que esta es la práctica de controlar que lo que sea que llega a través de nuestros sentidos, incluso desde lo más profundo de nuestro interior no nos afecte.
Así, esto nos lleva a la metáfora del agua del estanque que dice que es fácil comprobar que si el agua del estanque está agitada, el lodo del fondo la enturbia y no podemos ver lo que alberga. Sólo cuando se aquieta podemos percibir si hay peces de vivos colores, musgo verde y piedras brillantes bajo el reflejo del sol. Lo mismo pasa con nuestra mente, solo cuando está quieta es que somos capaces de ver nuestra verdadera naturaleza. La cosa es que no podemos lograr que esto suceda si nosotros mismos seguimos “lanzando piedras al agua”, es decir, nos acribillemos con pensamientos confusos y contradictorios.
La práctica de la mente serena como el camino de la liberación de la mente
Para lograr este estado de mente serena tenemos que realizar una práctica que no ponga el foco en el bienestar, en la relajación, en eliminar el estrés o en ocultar las emociones. Más bien, el fin es sentirte dentro de tu propia piel experimentando lo que surja, y que a través de esta comencemos a lograr que las emociones desbocadas y la mente confusa se vayan diluyendo y vayan dando paso a ese mente serena que queremos alcanzar.
No se trata de relajar la mente, sino de mantenerla serena pase lo que pase. Igualmente, esa mente será nos lleva a caer en estados de meditación, pero in obligarla o forzarla, sino más bien manteniéndola abierta y receptiva.
De esta forma, aunque estemos concentrados en un elemento externo, como por ejemplo, la llama de una vela, en verdad estaremos concentrados en nosotros mismos, en la profundidad de nuestra mente, lo cual es la base de la meditación, donde todo objeto de meditación se crea en nuestra mente, aunque pueda tener una representación externa.
En este sentido, si es verdad que podemos comenzar concentrándonos en un objeto externo, o un mantra o en la respiración para poder ir más allá de la atención focalizada y acceder a la vastedad de la conciencia, de la atención serena. Pero esto solo para hacernos conscientes de lo que nos rodea, de que respiramos, de lo que oímos, de lo que decimos, de lo que sentimos, de lo que pensamos, hasta que por fin estamos conscientes de lo que ocurre en nuestro interior, y luego, ya nada de esto existe, ni lo exterior, ni lo interior, sino que solo existe nuestra mente, y nos sentimos en una sinergia en la que no somos más que uno con todo lo existente.
La clave está en lo más sencillo
Parte importante de la práctica que nos permite alcanzar el estado de mente serena es determinar la razón que nos motiva a hacerlo. Por ejemplo, si nace de querer estar relajados, obtener un efímero bienestar o huir de los problemas, no conseguiremos alcanzarla.
Igualmente, es importante que la razón que nos motive a emprender este camino no sea la de solucionar nuestros problemas a través de esta practica. Ese no debe ser nuestro objetivo, ya aue sería un propósito tan banal como querer ir al cine, y es que la vida continua ya sea que experimentemos sentimiento de bienestar o no, y la vida, entonces continua fuera de nosotros, y también dentro.
La verdadera motivación debe ser la de estar serenamente y que independiente de los factores externos que puedan estarnos rodeando, alegrías o preocupaciones, podamos vivir nuestra vida plenamente, en una correcta presencia estemos donde estemos.
Esta correcta presencia de la que hablamos se refiere al estar conscientes, ya que al estar conscientes verdaderamente trae la serenidad. Y asimismo, la serenidad, a su vez, conlleva abrirnos definitivamente a nuestra capacidad de ser conscientes. Es, pues, estar arraigadamente inmerso en la realidad que vivimos, de manera concreta, íntima y, a la vez, abierta y sincrónica.
Así, al transitar ese camino hacia la verdadera consciencia y serenidad también debemos aprender a reconocer a nuestra mente como un amigo y no como un enemigo. La mente debe ser siempre un aliado para nosotros, cuando está alterada, si somos capaces de darnos cuenta y de vivirlo plenamente; cuando está serena, si somos capaces de sentir esa serenidad fluyendo por todo nuestro ser.
Y hay que saber que no es un camino fácil, que implica tiempo y práctica hasta que caemos en lo más sencillo: una mirada limpia, un paso consciente, una respiración natural
4 claves para mantener la mente serena
Como sabemos que puede ser un poco difícil dar los primero pasaos haca la practica de la mente serena, nuestros amigos de Inspirare te comparten algunos consejos útiles para ayudarte:
- Claridad
La psicología contemporánea considera que la aceptación engloba una serie de fases hasta llegar a considerar como real una situación, a sabiendas que la aceptación de la realidad de las cosas es sumamente importante.
Al aceptar la realidad tal cual es canalizamos nuestras energías, ya que no nos desgastamos pensando en como podría haber sido o que pudimos haber hecho diferente en el pasado, sino que lo aceptamos todo tal cual es y más bien nos enfocamos en encontrar diferentes salidas y soluciones, si es que podemos hacer algo para cambiarlo.
- Serenidad
El siguiente paso la aceptación, es la capacidad de dejar ir y de aceptar que las cosas van cambiando con el paso del tiempo. Esto porque el cambio es esa posibilidad que se da para que las coas mejoren, de descubrir otras cosas, incluso a nosotros mismo, de reinventarnos a nosotros y nuestra vida y no seguir anclados a nuestras circunstancias actuales por siempre.
Entonces, la serenidad aquí sería aprender a darnos cuenta cuando estamos frente a situaciones que se nos salen de las manos y que es imposible cambiar, dejando de intentar controlarlo todo, y dejando que la realdad sea como debe ser.
No obstante, no debemos confundir a la serenidad con la inacción. La serenidad es poder evaluar bien nuestra realidad y aceptar cuando no se puede hacer ningún cambio, pero de poder hacerse, pasar de inmediato a la acción.
- Estabilidad
La mente es un órgano que de por si está diseñado para buscar nuestra supervivencia, por lo que siempre está analizando las situaciones presentes y futuras y pensando en movimientos que nos ayuden a anticiparnos al peligro de forma que nos mantengamos a salvo.
Esto es bueno porque con la vida que tenemos hoy en día la anticipación nos mantiene a flote por sobre las desgracias, pero también debemos saber anteponernos a una mente que busca ponernos a cada rato en el siguiente movimiento y saber reorientarla hacia donde estamos ahora mismo.
- Regularidad
La disciplina y la regularidad también serán una pieza clave en el logro de una mente serena. Esto porque debemos dedicarle un poco de tiempo a esta práctica todos los días hasta que logremos fortalecer nuestra mente. A través de la constancia es que le enseñaremos a este musculo de nuestro cuerpo a soltar y centrarse. A través de la practica es que podemos aprender habilidades nuevas y alcanzar nuestros objetivos.