Abrir un negocio es una de las profesiones de más riesgos que nos podemos echar a la espalda. La gente suele pensar que hablamos de una profesión en la que lo único que se hace es llenarse los bolsillos de dinero, pero la realidad es que lo que hay es una cantidad muy grande de trabajo y la sensación de que no siempre va a ser rentable apostar por nuestro proyecto. A fin de cuentas, el que arriesga es el emprendedor y eso no siempre es plato de buen gusto. Cuando nos jugamos un dinero que nosotros mismos hemos invertido, hay motivos más que de sobra para ponernos nerviosos.
Os puedo asegurar que lo que he dicho en el primer párrafo es tan real como la vida misma. Lo he vivido en primera persona y la verdad es que no se pasa del todo bien, aunque si después las cosas salen como queremos sí que somos conscientes de que merece la pena. El inicio de una empresa siempre es complicado y, de hecho, también hay que saber que buena parte de las empresas que se crean no llegan a los tres años de vida. La realidad es esa y, aunque no nos guste, tenemos que pelear con eso y saber superarlo si queremos tener éxito.
Hace un par de años, comencé mi propio proyecto abriendo una tienda de ropa infantil. Siempre he creído que este es un sector en el que hay negocio puesto que, a pesar de que la tasa de natalidad es cada vez más baja tanto en España como en otros países desarrollados, ahora los niños y niñas pequeñas tienen más ropa que nunca. La idea la tenía clara y la ejecución de mi proyecto también. Alquilé un local en el centro del municipio porque tenía la sensación de que para nosotros iba a jugar una importancia muy grande a la hora de tener éxito con mi plan.
Tenía una idea muy clara de cómo quería distribuir el espacio dentro de la tienda. Esa es toda una técnica de marketing que hace que las ventas se multipliquen y que realiza cualquier empresa que tiene un local en el que se ejecutan ventas. Pero es evidente que hay que hacer todo lo posible para cumplir con todos los requisitos que marca la ley y garantizar de ese modo que se nos pueda otorgar la licencia de apertura. Ni que decir tiene que en eso pensé a conciencia, teniendo en cuenta todo lo que me hacía falta para no encontrarme con sorpresas en este sentido.
No fue fácil adecuar un local para una tienda de ropa. El local del que estamos hablando anteriormente había sido un bar, y ya sabéis que la distribución de un bar no tiene nada que ver con la de una tienda de ropa infantil. Tuve que pensar detenidamente en esta cuestión y, para acometer la reforma, conté con el asesoramiento de Prada Ingenieros para no encontrarme sorpresas con la licencia de apertura. El motivo por el cual los elegí tuvo que ver con la experiencia en la materia. Yo buscaba gente que controlara de este asunto y contar con el apoyo de personas que llevan más de 30 años en el sector me vino de perlas.
La verdad es que no tuve ningún problema. Obtuve la licencia con facilidad y la verdad es que más pronto que tarde comencé con la actividad por la cual había dado el paso adelante de emprender. Tenía cierto miedo porque, como ya he comentado, el inicio de cualquier negocio siempre puede presentar muchas dificultades. Pero la verdad es que las cosas empezaron bien y siguieron mejor. La cantidad de ventas ha sido suficiente como para garantizar la rentabilidad de nuestro negocio y para fraguar un futuro.
Tengo muchas esperanzas puestas en ese futuro porque la gente ya conoce mi tienda y sabe perfectamente que proporciono prendas de todo tipo y de buena calidad. Cuando la gente ya te conoce sabe que se puede fiar de ti, y eso es justo lo que yo quería conseguir durante los primeros meses de vida de mi negocio. Además, la reforma que acometí en el local ha tenido buena aceptación entre la gente. Muchas personas sabían cómo era el establecimiento cuando el negocio que se encontraba dentro era un bar y han quedado gratamente sorprendidos con la imagen que hemos podido construir ahí.
Es verdad que he tenido que acometer una inversión de primeras puesto que no todas aquellas personas que inician un negocio tienen que acometer una reforma en el local que han alquilado, pero lo cierto es que, una vez finalizado el proyecto de reforma, sé que tengo la tienda en perfectas condiciones para muchos años. Y eso es lo que me deja tranquilo, sobre todo después de haber visto que el negocio está funcionando bien y que tengo una capacidad de venta como la que esperaba conseguir en un principio.
Es hora de seguir trabajando con la máxima de las ilusiones. Creo que tengo uno de los negocios más prósperos de mi localidad y toca refrendarlo con hechos. Tengo muchas ideas para el futuro y voy a incluir diversas promociones con descuentos para los momentos del año en los que la venta sea más complicada. Seguro que eso me va a venir de perlas y va a hacer posible que no haya meses que se puedan catalogar como especialmente malos.
Se están abriendo muchas empresas… y el número de reformas va en aumento
Estos dos conceptos van de la mano de manera inexorable. Hay que tener en cuenta que, cuando se abre un negocio, muchas veces es necesario cambiar algunas cuestiones ligadas al local en el que vamos a trabajar. Fijaos por ejemplo en mi caso: ¿cómo iba a dejar que mi tienda tuviera la misma distribución que un bar? Era lógico que necesitaba implementar cambios porque estamos hablando de negocios absolutamente diferentes.
El año 2023 nos deparó buenas noticias en lo que tuvo que ver con la apertura de empresas en España, así que también hubo bastante trabajo en lo que respectaba a reformas de locales. Según una noticia publicada en la página web del diario El Periódico, en el primer semestre de ese año se abrieron 61.000 negocios en el interior de nuestras fronteras, un dato que era el mejor de los últimos 15 años. Tener este dato nos ha dejado con un buen sabor de boca porque implica que hemos conseguido superar por completo tanto la crisis del 2007 como la del coronavirus, que no fueron moco de pavo precisamente.
Esos datos eran los del primer semestre, pero… ¿qué ocurrió en el segundo? ¿Se llegó a completar un año entero de crecimiento? Lo cierto es que sí, que el 2023 tuvo un final feliz. Lo pone de manifiesto otra noticia, en este caso del diario El Economista, que reflejaba que el número total de empresas abiertas en España en ese año fue de 109.000. Qué noticia tan esperada y tan positiva para una economía que lo ha pasado tan mal como la nuestra. La verdad es que esto nos alivia y permite que haya trabajo para una gran cantidad de gente en nuestro país. Es un verdadero triunfo.
Estos datos, como es lógico, hay que solidificarlos en los próximos ejercicios económicos. Y es que de nada sirve que el año pasado se abrieran un montón de empresas en nuestro país si este año vamos a perder a buena parte de las mismas. De todas maneras, como estamos diciendo, muchos los negocios que han abierto han cogido locales que han reformado, lo que sin duda alguna les aporta un valor añadido que hará posible que mucha gente deposite su confianza en ellos.
Ese es el valor que aportan las reformas a los negocios, que la imagen del mismo se ve mejorada de una manera bastante interesante. No cabe la menor duda de que ese es el motivo por el que negocios que ya están consolidados también están haciendo todo lo posible por reformar sus locales. Y es que esta es la mejor manera de demostrarle a los clientes que estamos pensando en ellos y que queremos que tengan la mejor de las experiencias en nuestro local. Estoy seguro de que eso aporta un crecimiento bastante interesante en lo que respecta a los ingresos que obtiene un comercio.
A hacer una reforma en un local comercial es sinónimo de tener visión de negocio y de crecimiento de cara al futuro a corto, medio y largo plazo. Es conveniente realizar inversiones para que nuestro negocio reciba impulsos de cara al futuro. Si no realizamos esas inversiones por ejemplo en reformas, al final vamos a terminar viendo cómo se anquilosa nuestro negocio, lo cual es algo que va a terminar tarde o temprano con él. Hay mucha gente que ha cometido ese error y esperamos que no haya nadie más que caiga en él. Sería una auténtica pena.